En un mundo digital cada vez más cambiante, es necesario la adopción de nuevas formas de trabajo para satisfacer las necesidades del mercado. Las exigencias del mismo son demandantes debido a la gran cantidad de competencia que existe y por ello las metodologías ágiles permiten trabajar en proyectos de manera rápida, flexible y eficiente.
El desarrollo de un proyecto depende de circunstancias externas, así como de los cambios sugeridos por el cliente, por esta razón es necesario contar con una metodología ágil para brindar soluciones y productos finales de buena calidad.
Las metodologías ágiles son un conjunto de principios y valores que dan flexibilidad a las empresas y organizaciones para desarrollar software que funcione de manera óptima para su situación en particular. De igual manera proporciona la correcta dirección para ayudar al equipo a avanzar a su máximo potencial, lo cual beneficia a largo plazo a todos los integrantes del proyecto sin dejar de lado a nadie.
Dentro de esta metodología existe un manifiesto que establece prioridad a ciertas situaciones y actividades más que a otras. Uno de los puntos del manifiesto es siempre responder ante el cambio en lugar de apegarse a un solo plan estructurado, esto les da a los proyectos adaptabilidad y flexibilidad.
Otra prioridad importante en el manifiesto de las metodologías ágiles son los individuos y las interacciones, permitir que el cliente participe en el proyecto con sus opiniones y sugerencias. El cliente forma parte del equipo ya que su participación es vital para poder mejorar, sin él no se podría crear un producto final alineado a sus necesidades. De igual manera escucharlo y mantener una conversación activa es esencial para un trabajo en equipo efectivo.
La toma de decisiones se vuelve más eficaz y rápida al utilizar los principios y valores de las metodologías ágiles. Existen muchos cambios que pueden ir surgiendo en el camino del proyecto, como las prácticas o herramientas a aplicar, pero los principios base de la metodología se mantienen igual.
Te contamos los 3 principales beneficios de las metodologías ágiles:
- El cliente se siente satisfecho al ser parte del proceso, el cual visualiza cada cambio y mejora realizada.
- Incrementa la motivación de los colaboradores al trabajar en equipo para innovar y mejorar productos y procesos.
- Oportunidad de cambios a lo largo del proceso ágil, permitiendo así a los miembros del proyecto analizar el trabajo y mejorarlo en la próxima entrega.
La innovación es el vehículo que permitirá a las empresas crecer y mantenerse en el mercado por largo tiempo. Dentro de esta innovación está el uso de metodologías ágiles para la toma de decisiones que ayudarán a las organizaciones con la realización de sus proyectos de manera ordenada y alineada a sus objetivos.